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Fundada en 1535, Olinda es la ciudad más antigua de Brasil. Cuando fue colonizada por los portugueses, prosperó rápidamente, alcanzando el estatus de Vila, con lujosas construcciones y una fuerte influencia religiosa: no es de extrañar que se construyera sobre colinas que dan una vista estratégica del Océano Atlántico y el puerto. Gran parte de este éxito se debió a la explotación de la caña de azúcar, que duró casi dos siglos.
Sin embargo, en 1630, Olinda fue invadida por los holandeses y, un año después, saqueada e incendiada por ellos, hasta que fueron expulsados 20 años después. Con esto, la ciudad perdió su estatus de prosperidad y Recife pasó a ocupar el lugar de región económica de la región, siendo elegida capital de Pernambuco en 1827 y permaneciendo hasta la actualidad.
En el siglo XIX, Olinda volvió a prosperar, atrayendo visitantes que buscaban baños de mar con fines terapéuticos. El fácil acceso a la capital Recife por ferrocarril también ayudó a poblar la ciudad con construcciones de verano y viviendas.
Debido a los diferentes estilos de construcción y arquitectura de la ciudad (que mezclan edificios coloniales con elementos arquitectónicos renacentistas, manieiristas, barrocos, rococó y neoclásicos), un tercio de la ciudad está catalogada como Patrimonio Histórico: fue la segunda ciudad (después de Ouro Preto – MG) a ser declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1982. El centro histórico tiene una superficie de 1,2 km² y alrededor de 1,500 propiedades. La geografía de la ciudad está marcada por calles tortuosas y grandes desniveles, debido al relieve de llanuras y cerros.
El gran objetivo de tener listados bienes inmuebles declarados patrimonio histórico, según la Secretaría de Comunicación Social y Cultura, es proteger estos edificios y su historia: “preservar, mediante la aplicación de la ley, bienes de valor histórico, cultural, arquitectónico y ambiental para la población, evitando que sean destruidos o mal caracterizados ”. El listado de un inmueble lo realiza el Gobierno Federal, con la intermediación del IPHAN o administraciones municipales.
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Olinda se encuentra a 6 km de Recife, parte de la región metropolitana – la distancia es tan corta que puedes ir en transporte público y hacer un viaje de ida y vuelta para disfrutar de la ciudad, famosa por su Centro Histórico, donde puedes visitar la Basílica de São Bento y el Convento São Francisco y visitar Alto da Sé con varias ferias nacionales.
Pero, además de toda esta cultura de la época colonial, Olinda también es famosa por sus actuaciones de frevo, maracatu, afoxé y caboclinho, y los ensayos de los bloques de carnaval: Olinda tiene uno de los Carnavales más famosos y visitados del país con sus ritmos festivos. y sus muñecos gigantes.
En 2020, la ciudad recibió a 3.6 millones de foliones (400 mil de los cuales eran de fuera de Brasil), generando R$ 295 millones y generando más de 100 mil empleos, con una ocupación del 98% en la cadena hotelera.
La fiesta se considera extremadamente democrática, con más de 500 grupos que participan de sus desfiles y más de 100 artistas que realizan presentaciones gratuitas para todo tipo de foliones: familias, niños, adultos, ancianos, hombres y mujeres. Tampoco hay sambódromo ni tríos eléctricos: el carnaval está abierto a todos.
El carnaval de Olinda también tiene sus famosos muñecos, que son, de hecho, herencia europea: se originaron en el siglo XV, cuando la gente creaba imágenes de santos gigantes para acompañar procesiones religiosas. La creación del muñeco “El hombre de la midnight”, en 1931, fue el punto de partida para popularizar los muñecos por las calles de la ciudad, que comenzó a tener encuentros especiales durante la temporada de carnaval.
Con la fiesta creciendo cada vez más, se necesitan más inversiones en infraestructura, y eso incluye inversiones en conectividad celular.
Es importante señalar que el problema de conectividad en Olinda se debió a la capacidad, no a la cobertura celular. Esto significa que la infraestructura existente en la ciudad no pudo soportar la gran cantidad de personas “colgadas” en la misma red. Esto se debe a que la señal se transmite a todas las personas a través de una única infraestructura (una sola torre, por ejemplo), lo que crea un cuello de botella en la red del operador.
Carlos Ferraz, profesor del Centro de Informática de la UFPE (Universidad Federal de Pernambuco), da un ejemplo de una estrategia utilizada por los operadores de telefonía en el Carnaval de Olinda, donde hay una gran concentración de personas: “En el Carnaval de Olinda o en el desfile del Galo Al Amanecer, por ejemplo, verá varias antenas portátiles, que los operadores llevan al lugar porque saben que habrá mayor competencia y por eso necesitan tener una señal de mejor calidad ”.
En general, los problemas de capacidad se pueden ejemplificar como rebanadas de pastel, como hizo Fabio Luciano Verdi, profesor del Departamento de Computación del Campus Sorocaba de la UFSCar (Universidad Federal de São Carlos): “Cuanto más usuarios, menor es la fracción del canal para cada uno. Es como compartir un pastel con más personas sin aumentar su tamaño: el tamaño de la rebanada disminuirá “.
Para tener una solución permanente para acabar con el problema de capacidad de su red, un gran operador celular solicitó a QMC un proyecto camuflado para cumplir tanto con los objetivos de conexión como de preservación ambiental.
Como una de las ciudades patrimoniales mejor conservadas de Brasil, el gobierno de la ciudad (a nivel municipal y estatal) está muy comprometido con garantizar la preservación de este Patrimonio Histórico. Para ello, es necesario adoptar varias medidas, como: revitalización del Alto de la Sé, recalificación del edificio Caixa D’água, embutido de cableado, construcción de un nuevo Mercado Artesanal. El gobierno de la ciudad siempre está supervisando el Centro Histórico, con el objetivo de evaluar obras y proveedores ilegales.
Pensando en un proyecto de conectividad para Olinda, era necesario unir lo mejor de ambos mundos, el de una historia y cultura únicas y el de las telecomunicaciones. Para que esto suceda, QMC se unió a la Posada de los Cuatro Cantos, ubicada en el Centro Histórico de Olinda, para instalar una infraestructura camuflada.
Ubicada en el centro histórico de Olinda, Posada de los Cuatro Cantos ocupa una mansión del siglo XIX con estricta conservación. Con una ubicación privilegiada, literalmente céntrica, es posible, desde la ventana de su dormitorio, ver el Alto da Sé.
El lugar es también el punto de encuentro de varias cuadras de carnaval y, sin embargo, tiene una naturaleza exuberante en sus alrededores. Los huéspedes también pueden disfrutar de delicias locales para el desayuno. Sin embargo, la falta de señal del teléfono celular era un problema que molestaba a la posada y a sus huéspedes, mientras que todos anhelaban una mejor conexión a Internet y una mejor experiencia de navegación, como todos los ciudadanos de Olinda, estaban preocupados por corroborar todos los requisitos de los organismos calificados.
La elección de la Posada de los Cuatro Cantos para el proyecto fue estratégica: para proporcionar conectividad a todo el Centro Histórico de Olinda, era necesario encontrar una ubicación que pudiera transmitir la señal de manera consistente a toda la región, sin barreras físicas.
Además, debido a que toda la región está protegida por la UNESCO, era imperativo que la solución de conectividad de QMC no interfiriera con el paisaje natural de la ciudad, lo que significa que las soluciones macro eran cartas extravagantes.
Debido a que la Posada de los Cuatro Cantos está ubicada como una mansión catalogada por Patrimonio Histórico, los especialistas de QMC ya sabían que necesitaríamos una solución camuflada. Una determinación de IPHAN fue que no podíamos agregar ninguna estructura al paisaje histórico, por lo que la construcción de un cocotero (una estructura común para camuflar las antenas celulares) no sería posible.
Tampoco pudimos usar ninguna de las ventanas de la posada, ya que esto haría inviable el uso de una de las habitaciones, reduciendo los ingresos del proyecto. La solución encontrada fue utilizar la fachada de la posada con una antena camuflada.
QMC aprobó todo el proceso de licenciamiento, incluido el permiso de construcción, ante los organismos municipales (Ayuntamiento de Olinda) y ambientales (IPHAM).
El resultado fue un sistema entregado con antenas configuradas en MIMO 4×4 (capacidad para transmitir y recibir información sobre 4 rutas diferentes), y el operador activó las frecuencias de 700, 850, 1800, 2100 y 2600 MHz, brindando cobertura 3G y 4G para usuarios – solo 45 días después de que comience la construcción -.
El operador en cuestión dejó de tener problemas con las quejas por falta de señal en el lugar, además de que la Posada de los Cuatro Cantos ha aumentado aún más la satisfacción de sus huéspedes, con una experiencia fluida de uso del teléfono celular para llamadas y conexión a internet vía 3G y de 4G. Incluso con un número exorbitante de juerguistas en el Carnaval, la estructura pudo cumplir con las expectativas de la ciudad.
También cabe mencionar otra característica inherente a los proyectos especiales de QMC: todas las infraestructuras están preparadas para evolucionar de forma sencilla y rápida.
Las soluciones especiales de QMC se basan en una estructura de soporte totalmente licenciada en todos los organismos competentes, así como en el sistema radiante preparado para recibir a todos los principales operadores del país. Para adaptarse a 5G, simplemente actualice las antenas.
“Desde el principio, tuvimos dos grandes preocupaciones: una con la arquitectura de nuestro albergue y otra con los permisos, licencias y permisos necesarios. QMC siempre ha estado muy en línea con nuestras preocupaciones y estoy segura de que la estructura camuflada ha facilitado la aprobación de los organismos competentes”.
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